Es impetuosa la sensación de tener una suerte de oportunidad que implica tantos conceptos para mí esencia.
Hoy, tengo ganas de luchar contra mi propia existencia, realmente alcanzar en un sentido de superación, un nivel distinto.
Convencerme de que soy capaz, de que puedo tratar, de que quiero sonreír junto a ti.
Quiero dejarme llevar por mis instintos primarios, dejar atrás la estructura prisionera y lograr ser natural.
Como un pirómano, voy a jugar con mi propio fuego;
Estoy encendido con una llama imperecedera que lleva tu nombre.

Me invitas a caer de forma inminente,
Sin reservar ningún pensamiento transgresor,
Y cae una lluvia maldita, y el silencio aparece de forma infinita.
Cuál es la posibilidad de creer después de verdades tan crudas,
De una trascendencia aparente, pero irreal.
Tanto esfuerzo por remotas ilusiones perspicaces,
Qué son mis ganas al lado de tu indiferente remordimiento.
Dónde queda entonces mi delirio por tratar de lograr lo imposible,
Si ni siquiera compartes mi suplicio.